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José Dolores Aguilera
1911 - 1994 (México)

José Dolores Aguilera nace en Pueblo Nuevo, Estado de Guanajuato México, el 20 de Octubre de 1911; hijo de don Miguel Aguilera Contreras y doña Concepción Aguilera Argüello, quienes en 1913, deciden radicar en Valle de Santiago, también en el Estado de Guanajuato.

A la edad de seis años y al salir de la escuela con su hermana Carmen, ella le muestra el dibujo de una vaca que había hecho en clase; al llegar a casa consigue un papel y copia lo realizado por su hermana. Así se inicia su interés por la expresión plástica.

Durante sus estudios en la escuela primaria , sobresale por sus habilidades en la clase de dibujo y , en la tienda de sus padres, utiliza el papel de envoltura para dibujar los rostros de los clientes. Su padre quien también gusta de la pintura, estimula el talento de su hijo, llevándolo a recibir clase de dibujo con un maestro particular.

Más adelante, al no contar con una escuela de arte cercana, su papá le consigue un libro sobre técnica de pintura renacentista, que José Dolores llega a dominar en forma autodidacta.

Se inicia en la acuarela inspirándose con los paisajes que encuentra en las riberas del Rio Lerma de donde, su papá y él, sacan una piedra lisa que utiliza para moler sus pigmentos . (actualmente se conserva en su estudio).

A los dieciocho años su pintura ya domina el paisaje y el retrato. Trabaja el óleo sobre tela y lámina; preparando sus propias pinturas. Como copista realiza trabajos propios y por encargo pinta los exvotos que le encargan los feligreses. Para la realización de estandartes, toma como modelo los originales del santo patrono, seguramente correspondían a la escuela española, y les imprime más luz; sustituye las letras bordadas en oro, por no menos finas letras pintadas que hace resaltar con delineadas sombras.

De los paisajes en los alrededores de Irapuato, su lugar de residencia desde 1929, captan su atención los amaneceres y los crepúsculos, motivos donde logra aplicar con su maestría su técnica de diluir colores para lograr efectos muy atractivos. Con frecuencia pinta dorados trigales en atardeceres con un color cielo que se torna hasta el rojo. Así mismo, le atraen los paisajes en claroscuro donde sobresale la luna con halo de luz casi natural. En forma original pinta numerosos belenes de diferentes tamaños, cuidando siempre las proporciones y los detalles de los escenarios naturales. El paisaje pintado en tela y los personajes generalmente en cartón, madera o fibracel son independientes y forman un nacimiento en tercera dimensión. Con los nacimientos empieza la serie de pinturas de grandes dimensiones.

En la década de los cuarenta pinta murales dentro de la temática religiosa, de los que sobresalen, en Irapuato:

Parroquia del Centro, pinta al fresco La Inmaculada Concepción en la cúpula y los cuatro Evangelistas en la pechinas.
La Santísima Trinidad en el altar mayor de la Parroquia de San Cayetano.
La estigmatización de San Francisco y San Francisco y el lobo, como laterales del altar mayor del templo de Santo de Asís, y en las pechinas cuatro medallones con pasajes de su vida.
Al fundador de la Orden de los Mercedarios, en la cúpula del Templo de la Merced y en las pechinas cuatro medallones con motivos mercedarios; en la ciudad de Celaya.
Cuatro murales en la Parroquia de la ciudad de Marfil.
La Adoración de los Reyes Magos, en la Parroquia de Pueblo Nuevo.
Es llamado también para realizar pintura mural en Yuriria, Moroleón y Santa Cruz de Galeana.

En la década de los cincuenta pinta en el Templo dedicado a la Virgen de los Dolores en Irapuato, ocho murales con el tema de la Pasión de Nuetro Señor Jesucristo, los Cuatro Evangelistas y en el altar principal La Crucifixión.

Sus amplias facultades de dibujante, el dominio de la acuarela y del óleo, así como, la facilidad de abordar temas como retratista, miniaturista y muralista, le permitieron ser reconocido como un artista plástico de gran maestría, lo que le creó demanda local a su obra.

A mediados de los años cincuenta, disminuye su producción de obras monumentales, reservándose para encargos de pinturas que van más con su estilo fino y preciso. A través del tiempo creó una colección particular dedicándose cada vez mas a pintar para sí mismo. Aquí presentaremos las obras que en cuatro décadas José Dolores Aguilera acumuló y que demuestran su gran amor al arte aunado a su especial sensibilidad.

A los 81 años, antes de morir se dirige a Dios y le dice: "Me diste un don y lo acepté con valor, que sea para tu gloria". Fallece el 5 de julio en la ciudad de Irapuato, Guanajuato.

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